domingo, 23 de diciembre de 2007

25: CUADERNO DE BITÁCORA: AL OTRO LADO DEL ECUADOR


Sí amigos... Tras un mes y medio de fatigosa navegación, el navío de Gritos en el pasillo ha cruzado el ecuador del rodaje más surrealista/cutre de la historia del “cine seco”.


¿Estamos contentos? ¡Sí! Como “capitán forzoso” de este navío, es mi deber declarar que por el momento estamos muy contentos. La navegación está siendo más lenta y dura de lo que esperábamos. Nos estamos encontrando todos los obstáculos y bancos de colar que figuraban en los mapas y también otros que nadie imaginaba que existiesen.


A pesar de ello, las islas vírgenes que vamos descubriendo por el camino son tan hermosas que nos ayudan a continuar con la arriesgada travesía.


La estética de la película está funcionando incluso mejor de lo que imaginábamos. La iluminación de Alby (el otro conductor de este navío) es realmente bonita, llamativa y continuamente desfilando entre lo arriesgado y lo imposible. En cuanto a la realización, decir que a pesar de los temores que suscitó en un principio el abanico de limitaciones técnicas inherentes al rodaje con frutos secos, la experiencia ha demostrado que, en efecto, todos los planos del storyboard se pueden hacer. Y el 5 ó 10% de planos inviables son fácilmente sustituibles por alternativas igual de buenas o mejores.


El montaje promete ser efectivo, las primeras pruebas de la banda sonora prometen hacer juego con dicho montaje...


... e impregnándolo todo, el sempiterno encanto de lo artesano, la tracción manual de las marionetas, el temblor del pulso que remite inevitablemente a Fragell Rock y sus habitantes de trapo.


A estas alturas de la singladura nos sentimos capaces de afrontar cualquier tormenta que se atreva a desafiarnos. Más de la mitad del tiempo la única tripulación del navío se reduce a Alby y yo.


En otras ocasiones, algunos marinos encuentran un hueco libre para venir a nuestro barco y regalarnos su ayuda desinteresada. Muchos planos no habrían podido realizarse sin la ayuda del Artesano, Efrén, Chindy o nuestros propios alumnos del instituto, que decidieron pasarse a echar una mano justo cuando más falta nos hacían. Llegaron apestando a Destino.


¿Vida social? No. No tenemos demasiada... Entramos por la mañana en nuestro laboratorio de sueños y salimos por la noche. Solamente una interrupción a mediodía para comer, dormir, duchar... y luego el tiempo justo para cenar decentemente y dormir el suficiente número de horas para poder rendir bien al día siguiente. Y entre la cena y el sueño, y tan bello e importante como el comer y el soñar, pasar también un rato con mi querida Ariadna.


Y por si eso no fuera suficiente, ahora, a partir de septiembre, simultanearemos el rodaje de la película con una mini-serie de dibujos animados que exigirá también una dedicación intensiva. Tenemos que idear, escribir, dibujar, animar y montar diez capítulos de aquí a diciembre. Será matador, pero un poco de presión nos ayudará a mantenernos despiertos. Además, estamos muy ilusionados también con ese proyecto.

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