domingo, 23 de diciembre de 2007

36: ¿A PUNTO DE TERMINAR?


En realidad quería hablaros de Gritos en el Pasillo.

Parece ser que, después de tres años de luchar contracorriente para sacar adelante esta maldita peli, comienza a vislumbrarse algo parecido a un final.


Estamos trabajando a marchas forzadas para tenerla terminada a lo largo de este mes.


Si todo sale tan bien como debería salir, estrenaremos Gritos en el pasillo en el Festivalito de La Palma, entre el 14 y el 23 de julio de este año.


Espero que por fin lleguemos al final de todo esto. Desgasta muchísimo pasar tanto tiempo luchando por un mismo proyecto. Y más para los piscis, que somos inconstantes e indisciplinados por naturaleza.


Este proyecto me ha chupado todas las energías, me ha arrastrado tropecientas veces al borde de la depresión, me ha hecho plantearme los cimientos de mi propia filosofía, mi propia felicidad, mi propia vida... a veces incluso pienso que me ha roto un poquito el corazón, porque una peli es una novia demasiado celosa y absorbente, y a la larga termina echando de tu vida a cualquier otra mujer.


Pero, qué demonios... nadie dijo que sacar adelante un largometraje fuese fácil.


Sólo espero que el mes que viene, cuando la película esté terminada, estrenada y cualquier otra palabra terminada en hada, pueda, por fin, cerrar un capítulo y cambiar de página en todos los aspectos de mi vida.


Como le contaba el otro día a mi amiga Yoana, es muy duro que a lo largo de 3 años tú cambies muchísimo interiormente, pero tu vida no. Es durísimo lidiar con mil problemas y luchar por sacar adelante una película que representa la visión del Juanjo de hace 3 años, pero que ha quedado obsoleta para el Juanjo de hoy.


Confío en que éste sí es el final de verdad.


¿No os ha sucedido alguna vez que estáis subiendo una montaña, y pensáis que estáis a punto de alcanzar la cima pero, cuando alcanzáis lo que creíais que era dicha cima, resulta que solamente era un peldaño más?


Eso nos ha pasado una decena de veces durante el rodaje y la post-producción de Gritos en el pasillo.


La única esperanza que me mantiene con vida es la de que este mes de julio sí sea la auténtica cima de la montaña, y que una vez aposentado en dicha cima, me encuentre con el hilo que tejen las arañas que viven en las nubes, para poder escalar y alejarme de una maldita vez de este mundo en el que tengo un pie puesto en un lugar, y otro pie en otro, un ventrículo puesto en un lugar, y el otro en... otro... un hemisferio del cerebro puesto en un lugar y el otro en... otro...


(Nota añadida por el Juanjo de hoy día: Cuando escribí lo que acaban de leer, no sabía que todavía quedaría un año para terminar la película del todo)

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