domingo, 23 de diciembre de 2007

30: EL NÚMERO OCHO

Las señales siguen insinuándome que comienzo una nueva etapa.


El otro día os comenté que desde hace algún tiempo el número ocho se me aparece como aquél que hará avanzar mi vida y traerá consigo el cambio.


Hasta hoy, ingenuo de mí, no me había dado cuenta de que el ocho tiene forma de cacahuete.


8


Y mientras los cacahuetes se arrastran lentamente, yo estoy como el ave fénix: Reborning and reburning.

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